Descripción del producto
Con la Pils de Brabant, podremos encontrar el raro sol de Bélgica, que tanto calienta los corazones. Un simple trago basta para trasladarnos hasta sus comarcas nórdicas. De modo que, bravas gentes de ayer y de hoy, bebedla según sea vuestro gusto, ya que se dice que un Papa que encontró la divinidad en esta bebida llegó a perder su latín, haciendo canonizar a Gambrinus con el nombre de San Arnaldo.
Gustativo …
Esta pils elaborada según la técnica más tradicional de baja fermentación se confirma muy rápido en paladar por un amargor típico que en un primer momento desfila por él para luego fijarse en su conclusión, dejando también una alternativa a un tono malteado que precede a un final más agrio pero agradable.